Tegucigalpa, Honduras. Santos Méndez se levanta cada mañana con un propósito claro el cual es construir un mejor futuro para las comunidades rurales de Honduras. A pesar de haber perdido una pierna en un accidente, Santos no ha dejado que las adversidades lo detengan. Como maestro fogonero de AHDESA, ha encontrado en la construcción de estufas Justas 3D una labor que mejora la vida de las familias, y que también le permite contribuir al cuidado del medio ambiente.

 

 “Cada estufa que construyo me llena de orgullo porque sé que traerá beneficios a las familias porque vivirán mejor, con menos humo en su casa y menos leña que cortar, ademas de poder generar ingresos para sostener a mi familia, gracias a este trabajo he podido darle el estudio a mis hijos y darles un plato de comida”, comenta con orgullo.

 

Una fuente de empleo para las familias

El trabajo de los maestros fogoneros mejora las condiciones de vida de las comunidades, también representa una fuente importante de empleo para muchos. Esta labor, que involucra la construcción y promoción de estufas mejoradas, ha permitido que cientos de familias accedan a un empleo digno que les permite llevar el sustento a sus hogares.

Para muchos de los fogoneros, esta actividad se ha convertido en su principal medio de subsistencia, lo que les brinda la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida, educar a sus hijos y contribuir al bienestar de su comunidad. Los pagos que reciben por la construcción de las estufas Justas 3D son fundamentales para su estabilidad económica, y muchos de ellos tienen en este trabajo una oportunidad para salir adelante.

Además de construir las estufas, los maestros fogoneros desempeñan un papel esencial en la sensibilización de las comunidades sobre los beneficios de las Estufas Justas 3D. Estas estufas ayudan a reducir el consumo de leña en un 70%, también mejoran la salud de las personas al disminuir la exposición al humo dentro de los hogares, una de las principales causas de enfermedades respiratorias en las zonas rurales.

Las Mujeres en la construcción de Estufas

Doris Serén, una maestra fogonera de AHDESA en el departamento de Intibucá, también comparte esa dedicación. Ella, al igual que Santos, ve su trabajo como una oportunidad para cambiar vidas.

“Ser maestra fogonera me ha permitido mejorar la calidad de vida de mi familia,  también la de muchas otras mujeres que antes pasaban horas cocinando entre humo y calor. Ahora, con las estufas, tienen un hogar más saludable y tiempo para otras actividades, he sacado adelante a mis hijos gracias a este trabajo, ellos están estudiando,  definitivamente estoy muy agradecida”, afirma Doris.

Al involucrarse en actividades que históricamente han sido consideradas “tareas de hombres”, las mujeres contribuyen al progreso de sus hogares, y también desafían normas sociales y culturales, demostrando que tienen un papel activo y fundamental en la construcción de un futuro mejor.

Superando obstáculos 

Uno de los principales retos a los que se enfrentan los maestros fogoneros es el acceso limitado a las comunidades rurales. Muchos de ellos, recorren largas distancias, a veces cargando materiales en caballos o motocicletas adaptadas.

Los materiales necesarios para la construcción de las estufas Justas 3D, elaboradas a base de adobe, son transportados a cómo dé lugar, lo que hace aún más admirable el trabajo de estos maestros y maestras fogoneras. Sin embargo, el propósito que los motiva sigue siendo el mismo: transformar la vida de las personas, mejorando su salud, reduciendo el uso de leña y contribuyendo al cuidado del medio

AHDESA, a través de su asistencia técnica, les proporciona una capacitación continua que no solo les enseña nuevas técnicas de construcción, además les da las herramientas necesarias para mejorar sus habilidades y adaptarse a las nuevas tecnologías.

Gracias a este acompañamiento, los fogoneros pueden estar a la vanguardia en cuanto a los métodos más eficientes para construir las estufas.

La labor de los maestros fogoneros es un trabajo que implica esfuerzo físico y sacrificio, también una fuente de empleo que genera un impacto positivo en la vida de miles de familias. Su dedicación, capacitación constante, y el papel activo de las mujeres en esta labor, hacen de este proyecto un ejemplo claro de cómo el trabajo conjunto y la voluntad de cambio pueden transformar realidades, mejorar la salud de las personas y proteger el medio ambiente.